martes, 24 de abril de 2018

INICIATIVA QUE BUSCA DESMANTELAR EL ESTADO LAICO

Por Armando Maya Castro
Defensores del Estado Laico manifiestan su rechazo a la iniciativa que pretende reformar la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público. (Imagen tomada de Perfil Urbano

Una nueva embestida contra el Estado laico, una vez más de parte de los diputados del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Esta vez no buscan reformar un artículo de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, sino la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público (LARCP), "reglamentaria de las disposiciones de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en materia de asociaciones, agrupaciones religiosas, iglesias y culto público".

Algunas voces señalan que el PRI busca echar por tierra "los principios de laicismo que llevó como estandarte [...] durante casi 90 años”. Esto escribe Romina Román Pineda en un texto publicado en La Silla Rota, en el que señala que, ante el rezago de José Antonio Meade en el actual proceso electoral, "el priísmo actual se apresta a entregar a las iglesias [debió decir iglesia católica] todo aquello que habían solicitado en las últimas tres décadas y que la reforma que impulsó el ex presidente Carlos Salinas de Gortari no alcanzó a otorgares".

Esta iniciativa de reforma nos recuerda el lamentable proceder de la bancada del PRI, el 15 de diciembre de 2011. Ese día, diputados del tricolor y de Acción Nacional dieron respaldo total a la reforma del artículo 24 constitucional, presentada como iniciativa de ley por el diputado priísta José Ricardo López Pescador, con la clara intención de “introducir de manera directa la educación religiosa en escuelas públicas, vía los padres de familia, como se apuntaba en el proyecto original” refiere el especialista Bernardo Barranco.

Es importante señalar que la LARCP ha sufrido diversas modificaciones desde que fue publicada en el Diario Oficial de la Federación, el 15 de julio de 1992. La última de estas reformas tuvo lugar el 17 de diciembre de 2015, y es probable que pueda sufrir muchos otros cambios, pues las leyes no son perfectas sino perfectibles.

El problema es que la iniciativa de reforma presentada por los legisladores Carlos Iriarte Mercado y José Hugo Cabrera Ruiz, del Grupo Parlamentario del PRI, atenta contra el carácter laico del Estado, y es contraria al principio histórico de la separación del Estado y las iglesias, ya que abre la puerta a las iglesias para que:
  • Realicen manifestaciones públicas y con fines religiosos.
  • Obtengan bienes inmuebles sin el visto bueno de la Secretaría de Gobernación, la instancia que tiene a su cargo vigilar el cumplimiento de los preceptos constitucionales en materia de culto público, iglesias, agrupaciones y asociaciones religiosas.
  • Adquieran concesiones de radio y televisión, buscando beneficiar por encima de todo a la iglesia que, en México y el mundo, cuenta con más recursos económicos.
  • Reciban contribuciones económicas no reguladas.
  • Ejerzan el derecho a la objeción de conciencia.
  • Tengan derecho a controlar y operar medios de comunicación masiva. 
Respecto a este último punto, el especialista en medios de comunicación y editorialista de El Universal, Javier Tejado Dondé, señala lo siguiente:  "Ahora, de aprobarse la iniciativa, ya no sólo no se requería permiso, sino que las iglesias podrían tener sus propios periódicos, revistas y concesiones de radiodifusión y telecomunicaciones, con lo que se abriría la posibilidad de llevar ceremonias religiosas todo el día si así lo quisieran". 

La iniciativa es riesgosa porque el texto de reforma propuesto en el artículo tercero, "abre el acceso a reclamar educación religiosa en las escuelas públicas", esto de acuerdo con un documento titulado Riesgos de la Reforma, el cual señala que la iniciativa de manufactura priísta "rompe la laicidad del Estado al establecer que a pesar de ser el Estado laico, no podrá ejercer su laicidad en todos los ámbitos (públicos y de servicio como la educación), contrario a ello, pone por encima de la laicidad a la libertad religiosa, lo que traerá como consecuencia que los padres de familia le exijan al Estado que se les imparta educación religiosa en las escuelas".

Preocupa, y mucho, que la iniciativa de reforma en cuestión proponga en el citado artículo que las iglesias “puedan proponer y, en su caso, llevar a cabo acciones conjuntas con el Estado para la promoción del desarrollo cultural y social de las personas, así como de asistencia social”.

Estará de acuerdo conmigo, estimado lector, que esto último vulnera en gran manera el carácter laico de la educación pública, asentado en el artículo tercero constitucional, un artículo que sigue en la mira de los políticos partidarios de la jerarquía católica, quien trabaja desde distintos frentes para logar el retorno de la educación confesional a los establecimientos de educación oficial.   

Concluyo señalando que el pueblo de México tiene un modelo de educación acorde con su realidad actual. Somos un país religiosamente plural, razón por la cual la educación y el Estado deben seguir siendo laicos, como disponen los artículos 3º y 40 de nuestra Carta Magna. 

Twitter: @armayacastro

Publicado en la edición impresa de El Mexicano de Tijuana, el 24 de abril de 2018. 

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