jueves, 28 de julio de 2016

FRANCIA Y SU REACCIÓN FRENTE AL TERRORISMO

Por Armando Maya Castro
Los ataques a Francia por parte del terrorismo han sido continuos en los últimos años; el último de ellos se registró en una Iglesia católica, donde fue degollado brutalmente un sacerdote (Foto: El Mundo.es).

Francia es la nación europea más golpeada por el terrorismo. Lo ha sido al menos en los últimos cinco años, como lo revela un texto periodístico de ABC.es, publicado este 15 de julio bajo el siguiente título: Cronología de atentados terroristas en Francia. 

Esta nación se da cuenta ahora de lo pernicioso que es el terrorismo, algo que, al parecer, no le preocupaba mucho cuando otorgó refugio y hasta carta de refugiado político a los terroristas fugados de ETA. Procedió así a pesar de saber que esta organización criminal, como declaró José María Aznar en La Entrevista con Sarmiento, se dedicaba a asesinar “por el hecho de pensar distinto, de defender ideas distintas, de tener planteamientos políticos, intelectuales o sociales distintos" (Líderes, Planeta, 2010). Por fortuna, la postura de la Francia de aquellos años duró poco tiempo. 

Pero volvamos al tema de Francia como objetivo del terrorismo yihadista, toda vez que ese país ha sido golpeado nuevamente por el autodenominado Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en ingles). El pasado martes en una iglesia de Normandía fue asesinado violentamente el sacerdote católico Jacques Hamel de 84 años de edad, a quien los yihadistas obligaron a arrodillarse y le degollaron mientras lo grababan. Este lamentable caso, en el que resultó gravemente herida otra persona, se une a la lista de ataques que han hecho de Francia un objetivo de ISIS, la organización terrorista que, inmediatamente después de este suceso, asumió la autoría del ataque. 

Antes de esto, las ciudades de Niza y París habían sido golpeadas sin piedad por el terrorismo de ISIS. El pasado 14 de julio, la muerte sorprendió a más ochenta personas durante los festejos de la Toma de la Bastilla en el paseo de los Ingleses en la ciudad de Niza. En ese lugar, un camión recorrió cerca de dos kilómetros embistiendo a cientos de personas que se hallaban presenciando los fuegos artificiales con motivo de la celebración del Día Nacional Francés, privando de la vida a 84 personas y dejando a cerca de 50 gravemente heridas.

El 13 de noviembre de 2015 tuvieron lugar varios ataques terroristas en la ciudad de París y su suburbio de Saint-Denis. Los medios de comunicación informaron que los atacantes suicidas usaron bombas, ametralladoras y cinturones explosivos, dejando un saldo de 137 muertos y 415 heridos. Las víctimas, como usted bien sabe, eran todas inocentes, es decir, ajenos a la lucha de las autoridades francesas contra “el terrorismo, el fundamentalismo y el fanatismo”, razón por la cual Francia está siendo atacada, declaró recientemente el presidente Francois Hollande. 

Antes de referirme al atentado contra el semanario satírico francés Charlie Hebdo, ocurrido el 7 de enero de 2015 en la capital francesa, me referiré a la lucha de Francia contra el terrorismo, una lucha en la que se han cometido varios excesos. El más reciente tuvo lugar el pasado 19 de julio, y fue motivado por un deseo de venganza. Lo anterior fue revelado por Bashar Al-Yafari, quien señaló que Francia quiso castigar el ataque en Niza, pero calcularon mal: "La Fuerza Aérea francesa bombardeó la localidad y causó múltiples víctimas: dos veces más que las que murieron en el ataque de Niza. El presidente francés quiso vengarse de lo sucedido allí y mató a 164 civiles", declaró el representante permanente de Siria ante las Naciones Unidas (ONU). 

Entiendo perfectamente bien que es de humanos errar, como también es de humanos fallar en los cálculos bélicos. El problema es que este mal cálculo francés priva de la vida a decenas de inocentes, con el agravante de que el autor de estas muertes es un gobierno legítimamente establecido, no un grupo criminal que actúa al margen de la ley. Pero como decía Max Stirner: “El Estado llama ley a su propia violencia, y crimen a la del individuo”. 

El ataque contra Charlie Hebdo, un semanario que publica, desde hace varios años, caricaturas satíricas en torno de Mahoma, el fundador del Islam, acabó con la vida de 12 personas, entre ellos el director, cartonistas y reporteros de la publicación satírica. Hollande señaló entonces que los trabajadores de dicho semanario representaban la libertad de expresión, un valor que la República seguirá defendiendo, prometió el mandatario francés, quien en un segundo pronunciamiento afirmó que Francia “ha sido atacada por su ideal de justicia, democracia y libertad de expresión”. 

En aquellos días señalé en este espacio de opinión que nada justifica la violencia contra de los medios de comunicación, ni siquiera la sátira de los cartones que algunos medios publican ofendiendo a los líderes religiosos y a las iglesias, algunas de las cuales son conceptuadas, intolerantemente, como sectas que representan un peligro para la unidad de las naciones. 

Lo que debemos aprender del caso es que por el sendero de la venganza y la violencia no encontraremos nunca la solución al problema del terrorismo, sino un distanciamiento de la paz que tanto nos interesa. Para frustrar conspiraciones de grupos terroristas es necesario trabajar más en las estrategias preventivas y dedicar mayor atención y recursos a los servicios de inteligencia. Concluyo recordando las palabras de Martin Luther King al respecto: “La violencia crea más problemas que los que resuelve, y por tanto nunca conduce a la paz”.

Twitter: @armayacastro 


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