martes, 26 de abril de 2016

ANTES DE SU PARTIDA, EL GIEI INFORMA

Por Armando Maya Castro
Este domingo el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) ofreció su segundo informe sobre la investigación de los 43 normalistas desaparecidos el 26 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero.

Ante el presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, James Cavallaro, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) presentó este domingo su informe final sobre el caso Ayotzinapa. En el documento de 608 páginas, los expertos afirmaron no haber encontrado una sola evidencia para asegurar que en el basurero de Cocula fueron ejecutados e incinerados los 43 estudiantes de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos. 

El informe, que señala inconsistencias y omisiones de la Procuraduría General de la República (PGR), ha sido calificado por algunos columnistas mexicanos como “duro” y “demoledor”, en tanto que Amnistía Internacional señala que el informe del GIEI es “una nueva mancha en el atroz historial de derechos humanos del gobierno mexicano”. 

Esto fue lo que declaró sobre el informe en cuestión Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional (AI): “La determinación absoluta del gobierno mexicano de esconder la tragedia de Ayotzinapa debajo de la alfombra parece no tener límites”. Y añadió: “Al negarse a dar seguimiento a todas las posibles líneas de investigación, manipular evidencia, no proteger ni apoyar a las familias de los estudiantes, negar el pedido de extender el mandato del GIEI y no haber estado en la presentación hoy, las autoridades Mexicanas están enviando el peligroso mensaje que cualquiera puede desaparecer en México sin que se haga nada al respecto”. 

A los señalamientos de AI es necesario añadir la severa crítica que lanzó la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA), quien vertió su opinión sobre el informe del GIEI a través de su directora ejecutiva, Joy Olson, en los siguientes términos: “Está claro que el gobierno mexicano obstruyó la investigación, a la vez que apostaba por confirmar su propia versión de los hechos, la cual carece de sustento”.

Miles de mexicanos nos preguntamos: ¿qué hará el gobierno de la República luego del informe del GIEI y de las fuertes críticas de las organizaciones antes mencionadas y de otras que se han pronunciado al respecto? ¿Seguirá insistiendo en que ellos no pueden estar equivocados con la llamada “verdad histórica”, de acuerdo con la cual los 43 fueron asesinados e incinerados con el uso de diésel, llantas y madera en el basurero coculense? 

Es evidente que lo anterior no se puede seguir sosteniendo, menos ahora que el GIEI ha señalado que existen pruebas de que las autoridades sembraron evidencias y echaron mano de la tortura para lograr no el esclarecimiento de los hechos ocurridos en Iguala la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014, sino para apuntalar la vapuleada “verdad histórica”, la versión oficial del ex procurador Jesús Murillo Karam, rechazada en varias ocasiones por los familiares de los 43, quienes la han llegado a calificar como la “mentira histórica”.

El problema es que, a pesar de las indagaciones del GIEI, y del informe que resulta de dichas investigaciones, seguimos como al principio: sin saber absolutamente nada del paradero de los normalistas desaparecidos, algo que es absolutamente grave si tomamos en cuenta que esa ha sido una de las principales demandas de los angustiados padres de los normalistas. 

Esto último entristece en gran manera a los expertos del GIEI, uno de los cuales exclamó durante la presentación de su segundo y último informe: “Nos vamos con el peor sabor por no haber cumplido con el principal objetivo: la ubicación de los normalistas desaparecidos”. Ellos se van, mientras que nosotros nos quedamos anhelando conocer qué fue lo que realmente sucedió aquella noche trágica, y dónde están los cuerpos de los normalistas desaparecidos. La única esperanza de conocer toda la verdad nos la proporciona el hecho de que el caso Ayotzinapa, gracias a la ininterrumpida presión de los padres de los 43, continúa abierto. 

Twitter: @armayacastro

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