martes, 24 de febrero de 2015

BANDERA DE MÉXICO, SU SIGNIFICADO E HISTORIA

Por Armando Maya Castro

Desde 1940, los mexicanos hemos venido celebrando el 24 de febrero como el Día de la Bandera. El presidente Lázaro Cárdenas del Río, que gobernó México del 1 de diciembre de 1934 al 30 de noviembre de 1940, instituyó el festejo con el propósito de conmemorar a nuestro lábaro patrio, uno de los símbolos que, junto con el Escudo y el Himno Nacional, constituyen los elementos fundamentales de identidad de los mexicanos.

La Bandera Nacional, símbolo de independencia, libertad y unidad, nació en 1821, cuando Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero proclamaron la consumación de la Independencia de México mediante el Plan de Iguala, promulgado el 24 de febrero de 1820, en la hoy tristemente célebre Iguala, Guerrero, ciudad que tiene la segunda bandera más alta de América, con un asta de 113 metros de altura, un peso de más de 180 kilógramos y una superficie de mil 500 metros cuadrados. El lábaro más alto de nuestro continente se encuentra en Piedras Negras, Coahuila; alcanza los 120 metros de altitud y mide 60 metros de largo por 34 de ancho.

Pero volviendo al pronunciamiento político antes mencionado, conocido también como el Plan de las Tres Garantías o Trigarante, es importante recordar que éste se resumía en tres puntos o garantías: religión, unión e independencia.

De acuerdo con el historiador Lucas Alamán, las ideas esenciales de dicho plan eran "la conservación de la religión católica, apostólica, romana, sin tolerancia de otra alguna; la Independencia bajo la forma de gobierno monárquico moderado, y la unión entre americanos y europeos. Éstas eran las tres garantías, de donde tomó el nombre el ejército que sostenía aquel plan, y a esto aluden los tres colores de la bandera que se adoptó y que ha venido a ser la bandera nacional, significándose por el blanco la pureza de la religión; por el encarnado la nación española, cuya cucarda es de aquel color, y cuyos individuos debían ser considerados como mexicanos, y el verde se aplicaba a la Independencia" (Alamán, Lucas, Semblanzas e Ideario, México, UNAM, cuarta edición, 1989, pp. 111 y 112).

Al referirse a este plan, al que Iturbide llamaba suyo –pues decía que él solo lo había concebido, extendido, publicado y ejecutado¬–, el prolífico historiador Enrique Florescano escribió en su libro La creación de la bandera nacional: un encuentro de tres tradiciones: “El plan de Iturbide recibió el apoyo de las fuerzas que contendían en la arena política, y el 21 de septiembre de 1821 hizo su entrada triunfal el ejército de las tres garantías en la ciudad de México. En una escena muy emotiva, que muchos capitalinos grabaron en su memoria, el ejército libertador fue recibido por un despliegue inusitado de banderas tricolores, en cuya parte central figuraba el águila mexicana".

En 1823, el Congreso Constituyente decretó que el Escudo Nacional se conformaría con los siguientes elementos: el águila de perfil, parada sobre un nopal ubicado en el islote de un lago, agachada y con las alas extendidas en alto, sujetando entre sus garras y devorando a una serpiente cascabel, símbolo de traición y maldad. El precepto dispuso que se omitiera la corona que se había colocado sobre la cabeza del águila real, símbolo del imperio de Agustín de Iturbide, el militar que, tras proclamar la independencia de México, se coronó en la catedral de México, contando “con el apoyo de la oligarquía criolla, del ejército y de la Iglesia” (Ruiz de Gordejuela Urquijo, Jesús, La expulsión de los españoles de México y su destino incierto, 1821-1836, Madrid, CSIC-Diputación de Sevilla-Universidad de Sevilla, 2006, p. 56).

Por último, y respecto al tema de nuestra enseña patria, quiero señalar que la Bandera Nacional, tal como la conocemos en nuestro tiempo, es consecuencia del decreto que el 17 de septiembre de 1968 expidiera el presidente Gustavo Díaz Ordaz. En él se modifica el Escudo Nacional en algunos detalles con respecto al decretado en 1916 por Venusiano Carranza, en el que se ordenaba que el escudo volviera a aparecer en las banderas, con el perfil del águila cambiado de frente a perfil izquierdo.

Actualmente, y a diferencia del significado de los colores en su origen, el verde de la bandera representa la esperanza; el blanco, la unidad; el rojo, la sangre de los héroes nacionales. Sus características, uso y difusión se hayan regulados por la Ley sobre el Escudo, la Bandera y el Himno Nacionales, compuesta por 60 artículos. El artículo 14 de dicha Ley indica la forma de honrar a nuestro lábaro patrio: “El saludo civil a la Bandera Nacional se hará en posición de firme, colocando la mano derecha extendida sobre el pecho, con la palma hacia abajo, a la altura del corazón. Los varones saludarán, además con la cabeza descubierta”.

Ojalá que este día, señalado para honrar y venerar a nuestra insignia patria, los mexicanos seamos capaces de comprometernos a seguir inspirándonos en ella para lograr los propósitos de democracia plena, desarrollo económico, bienestar y justicia social, elementos esenciales para erradicar de México la pobreza y la violencia, así como los demás males que nos aquejan.

Publicado el 24 de febrero de 2015 en El Mexicano

http://www.el-mexicano.com.mx/informacion/editoriales/3/16/editorial/2015/02/24/830839/en-plan-reflexivo

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