jueves, 24 de julio de 2014

EL FIN DE UNA LEY QUE CRIMINALIZA LA PROTESTA

Por Armando Maya Castro
Rafael Moreno Valle, creador de la represora Ley Bala, al lado del Enrique Peña Nieto, presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos
La Ley para Proteger los Derechos Humanos y que Regula el Uso Legítimo de la Fuerza por parte de los Elementos de las Instituciones Policiales en Puebla, mejor conocida como Ley Bala, cobró ya su primera víctima mortal en el estado de Puebla, “gobernado” por Rafael Moreno Valle, uno de los aspirantes panistas a la Presidencia de la República.

Se trata del niño José Luis Alberto Tehuatlie Tamayo, de 13 años de edad, quien resultó herido en la cabeza por un proyectil de goma durante el violento enfrentamiento que se libró entre pobladores de San Bernardino Chalchihuapan y elementos de la Policía Estatal, el pasado 9 de julio.

Ese día, un grupo de personas de dicho poblado realizaron un bloqueo en la autopista Puebla-Atlixco, en protesta por la falta de servicios del Registro Civil. El desalojo y la violenta intervención policíaca se realizaron bajo la aplicación de la Ley Bala, aprobada por la LIX Legislatura el 19 de mayo de este año.

El deceso del niño de Chalchihuapan, quien permaneció 10 días en agonía en el Hospital General Sur, ha generado un sinnúmero de reacciones en todo el país, pero principalmente en el estado de Puebla, donde un grupo de ciudadanos creó una petición para llevar a juicio al gobernador Moreno Valle, por “brutalidad policíaca” y por la utilización de balas de goma durante el desalojo ocurrido en el tramo carretero ya mencionado, que dejó un saldo de 70 pobladores heridos.

Las fotografías que han circulado en la prensa y en las redes sociales, así como un video publicado por la diputada federal Roxana Luna Porquillo, demuestran la gravedad de la lesión de José Luis Alberto. Elia Tamayo, madre del menor, dio a conocer a los medios de comunicación que interpondrá una denuncia penal contra Moreno Valle Rosas por el asesinato de su hijo.

Esta madre desconsolada y presionada por las autoridades para que firmara “una declaración distinta a la de los hechos”, insiste en responsabilizar a los policías de la herida que le causó la muerte a su hijo, explicando que ni ella ni su hijo participaron en la manifestación dispersada por los granaderos, como han intentado hacerlo creer las autoridades de esa entidad. Ese día ambos regresaban de la escuela, “ya que la madre decidió ir por el niño antes del horario de salida al darse cuenta de la movilización policiaca”.

La Ley Bala, que en breve será derogada por el mismo Congreso que la aprobó, es un instrumento creado para reprimir e inhibir las marchas y el derecho constitucional de libre manifestación; permite el uso de armas letales en caso de que los policías consideren que sus vidas o la de terceros están en peligro durante la disolución de las marchas, protestas y manifestaciones. Es, en síntesis, una normativa represiva, que criminaliza la protesta y atenta contra los derechos a la vida y a la libertad de expresión de las personas.

Es lamentable que haya tenido que ocurrir una desgracia de esta magnitud para que el gobernador poblano enviara al Congreso local una iniciativa de reforma para abrogar la represora ley. Esto ocurre después de que el pasado 16 de julio el Juzgado Cuarto de Distrito concediera la suspensión definitiva de dicha ley para dos personas que presentaron juicios de amparo.


Hay quienes afirman que la Ley Bala no sólo mató al niño José Luis Alberto, sino también las aspiraciones presidenciales de Moreno Valle. En lo personal no me atrevería a afirmar lo anterior, menos en un país con una sociedad amnésica como la nuestra, fácil de convencer a través de mítines, debates, carteles, eslóganes, sonrisas, apretones de manos, besos a bebés y compromisos firmados ante notario público. No se necesita una búsqueda exhaustiva para encontrar ejemplos que demuestran que aquí, en nuestro querido México, una buena campaña publicitaria es capaz de sepultar los antecedentes negativos de algunos de nuestros políticos.

Twitter: @armayacastro



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