sábado, 11 de enero de 2014

JUÁREZ, FUNDADOR DEL ESTADO LAICO MEXICANO



Por Armando Maya Castro
Aspecto del público asistente a la conferencia de la historiadora Patricia Galeana, quien dictó la conferencia "Juárez, Fundador del Estado Laico Mexicano", con motivo del 150 aniversario de la llegada de Benito Juárez a la ciudad de Saltillo, Coahuila (Foto: El Diario de Coahuila)

El 9 de enero de 1864, el presidente Benito Juárez García arribó a Saltillo, perseguido de cerca por sus enemigos, los imperialistas. Durante su estancia en esa ciudad del norte de México, el oriundo de Guelatao, Oaxaca estableció ahí su gobierno, reorganizó sus tropas para seguir con la resistencia y expidió un decreto que otorgaba autonomía al estado de Coahuila, que entonces era parte de Nuevo León. 
 
El pasado jueves se cumplieron 150 años de ese acontecimiento histórico; para conmemorarlo, el gobierno de esa entidad, la Secretaría de Cultura y el Colegio Coahuilense de Investigaciones Históricas organizaron el encuentro de historia con la conferencia magistral “Juárez, Fundador del Estado Laico Mexicano”.

La doctora Patricia Galeana, directora del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones Mexicanas (INEHRM), fue la invitada especial a la conmemoración juarista, realizada en el Recinto de Juárez del auditorio “Juan Antonio de la Fuente” de la capital coahuilense. En ese lugar, la catedrática de la UNAM dictó la conferencia ya mencionada, explicando a la concurrencia: “Este estadista oaxaqueño —que fue el presidente Juárez— encabezó a un grupo de hombres destacadísimos que lograron transformar a México […] la Reforma fue un término muy modesto, fue la revolución de reforma” (Vanguardia, 10 de enero de 2014).

La catedrática de la UNAM, autora de 13 libros y coautora y coordinadora de 31 obras de historia política y diplomática, pidió a los asistentes sentirse muy orgullosos, porque de Coahuila –dijo– “han salido hombres claves para establecer un sistema federal y el Estado laico que tenemos y debemos preservar, además de la Revolución que nos da la primera Constitución en el mundo que acuñó los derechos sociales”. Se refería, evidentemente, a hombres como don Miguel Ramos Arizpe, padre del federalismo, a don Juan Antonio de la Fuente, redactor de diversas leyes, entre ellas la Ley de Libertad de Cultos (4 de diciembre de 1860), así como a coahuilenses ilustres como Ignacio Zaragoza, Francisco I. Madero, Venustiano Carranza, etcétera. 

Al referirse a la vida y obra de Juárez, recalcó que más allá de la reforma separadora de la Iglesia y el Estado, las ideas del Benemérito de las Américas derivaron en una libertad “importantísima”: la de pensamiento. Además, en materia cultural don Benito Juárez “hace la revolución al cambiar una cultura de la intolerancia, por una cultura de libertad; y sin esta libertad no podría haber un país democrático” (Vanguardia, 10 de enero de 2014).

Respecto al arribo de Juárez a Saltillo –causa y razón de la celebración– la doctora Galeana dijo: " Y un día como hoy, justamente hace 150 años, llegó el presidente Juárez a esta ciudad en uno de los momentos más aciagos de la historia de México, cuando los invasores venían siguiendo al gobierno constitucional". 

Enseguida señaló que la llegada de Juárez a Saltillo tiene un gran significado para Coahuila, pues debido a su estancia va a darse la autonomía de Coahuila respecto de Nuevo León. Por esa razón, expresó entusiasmada, “me da mucho gusto participar en estos festejos, en particular porque soy juarista y me ha interesado trabajar a este gran estadista a lo largo de mi vida. Me he dedicado fundamentalmente a estudiar este período de nuestra historia, que es lo que podemos llamar el tiempo eje, cuando se define el estado republicano y laico".

En tiempos como los actuales, en que la jerarquía católica y los grupos conservadores de extrema derecha se ha reposicionado en el quehacer político de México, conferencias como la que dictó la historiadora Patricia Galeana en Saltillo le hacen mucho bien a la vida democrática de México. 

Estará de acuerdo conmigo, estimado lector, que este tipo de eventos mantienen vigente la obra de Juárez y contribuyen a consolidar de manera importante uno de los principios fundamentales de toda democracia: la laicidad del Estado, que garantiza el respeto de los derechos humanos de todos y en particular los de las minorías. 

En el caso particular de México, este principio se encuentra seriamente amenazado por las exigencias del clero católico y por el proceder condescendiente de aquellos “servidores públicos” que, olvidando la ley y el propósito de su elección, se han “consagrado” al servicio de la Iglesia católica. Son estos funcionaros los que anhelan el fin del Estado laico y el retorno del Estado confesional, en cuyo marco se legaliza la intolerancia y se suprime la libertad religiosa. 

No se necesita una celebración especial para recordarles a los enemigos del Estado laico que éste surgió para respetar el derecho de todos y para dar respuesta a las necesidades y expectativas de una sociedad que se sabe plural y diversa.

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