sábado, 24 de marzo de 2012

BENEDICTO XVI Y LA PEDERASTIA


 
Por Armando Maya Castro

En un marco de reclamos y manifestaciones minimizadas por algunos medios, el papa Benedicto XVI arribó ayer a la ciudad de León, Guanajuato, acompañado por una delegación de colaboradores, obispos, cardenales y periodistas. Las manifestaciones son por diversas causas: algunos protestan por el derroche indiscriminado de recursos públicos, destinados a la costosísima recepción del papa; otros se manifiestan porque –según han declarado– el papa “representa los valores de una estructura que por un lado protege a sacerdotes pederastas y por otro lado critica a quienes se atreven a promover los derechos de las personas con diversas orientaciones sexuales e identidades de género”. 

El tinte político de la visita papal es también causa de malestar entre algunos grupos de la población, los cuales aseguran que la presencia del papa intenta favorecer electoralmente a la ultraderecha. Adriana Jiménez Patlán, coordinadora de la Red por los Derechos Sexuales y Reproductivos en México, califica como un acto de deshonra “pretender explotar de manera cínica y con fines políticos la religiosidad de millones de creyentes”. La activista añade que la visita papal responde a “una agenda contraria a nuestros derechos, y al reunirse con Felipe Calderón seguirá promoviéndola con el PRI y el PAN”.

En México, al igual que en otros países, el catolicismo vive la mayor crisis de credibilidad y pérdida de fieles de su historia. Esta crisis ha sido generada, entre otras cosas, por los casos de pederastia clerical y el encubrimiento de los mismos por parte de los obispos católicos. Uno de ellos –Carlos Aguiar Retes, para ser preciso–, dijo desconocer que existen víctimas de abusos sexuales del sacerdote Marcial Maciel y de otros curas.
Juan Pablo II bendiciendo al pederasta Marcial Maciel

Esta declaración me parece el colmo del cinismo, pues nadie puede negar la existencia de la pederastia clerical en México, donde destaca el escandaloso caso de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, a quien Juan Pablo II protegió y honró a largo de sus 26 años de pontificado. “El papa polaco, contra todo razonamiento y sólo por fe, hubiera beatificado hasta al mismo pederasta Marcial Maciel, con quien tenía una estrecha amistad y de quien dijo que era “guía eficaz de la juventud” (Jorge Franco, La sinrazón de la religión: liberación a través de una sociedad desacralizada”, Siglo XXI, México, 2009, p. 175).

El día de hoy, precisamente, las víctimas de Maciel presentarán en la ciudad de León el libro “La voluntad de no saber”, editado por Random House Mondadori, el cual contiene 212 documentos que demuestran la complicidad del Vaticano en la serie de delitos cometidos por Maciel. La información del libro desmiente a quienes han negado en repetidas ocasiones que el actual papa y Juan Pablo II ignoraban la doble personalidad de Marcial Maciel.

El 13 de agosto de 1956, “el entonces Arzobispo Primado de México, Miguel Darío Miranda, envío una carta al Vaticano donde advertía de conductas inadecuadas del padre Marcial Maciel”. En uno de los párrafos de la misiva, el cardenal explicaba: “En todo este asunto no me mueve otra cosa que el deseo sincero de ver por el bien espiritual de esa congregación religiosa naciente; pero juzgo que es necesaria la intervención inmediata de la S. C. de religiosos, para evitar mayores males”.
El papa de ese tiempo, Pío XII, no hizo gran cosa para frenar los excesos de Maciel, dejando en la impunidad sus incalificables corruptelas. Los cinco papas que le sucedieron en el papado privilegiaron la imagen de la Iglesia católica y el “prestigio” de Marcial Maciel por encima del daño, dolor y los derechos de las víctimas. 

Chema Ferrer, en su libro “Secretum, la España enigmática”, afirma que “el papado de Juan Pablo II es de vital importancia para Marcial Maciel, ya que en 1983 el Papa aprueba el texto definitivo de las constituciones de la congregación. Su relación con Maciel se incrementó, situándolo muy cerca de su persona en al menos tres de sus visitas a México, además de concederle cargos eclesiásticos de principal relevancia, como el de consultor permanente de la Congregación para el clero”.

Alejandro Espinosa, sobrino y víctima de Marcial Maciel, hizo las siguientes declaraciones a “Interviú”, en junio de 2007: “Desde 1978, Wojtyla conocía, por valija diplomática, los excesos pederastas de Maciel, su adicción a la morfina y, posiblemente, el lavado de dinero procedente del narcotráfico. Las acusaciones venían desde 1975, cuando Maciel fue suspendido “a divinis” dos años por Pío XII”. 
Ambos encubrieron al pederasta Marcial Maciel

Alguien podrá argumentar, en defensa de Ratzinger, que éste fue el único papa que obligó a Maciel a abandonar sus responsabilidades sacerdotales al “invitarlo” a retirarse a la vida privada, luego de conocer “las acusaciones de varios ex sacerdotes, ex seminaristas y alumnos por abusos sexuales cometidos en su contra cuando eran menores de edad”. La realidad de Ratzinger en este particular es que, siendo  Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, recibió una carta que contenía la confesión que Juan Manuel Fernández Amenábar le hizo en su lecho de muerte al sacerdote Alberto Athié. En dicha carta, Athié informaba al Vaticano –por conducto del obispo Carlos Talavera– los diversos abusos perpetrados por Maciel en agravio del legionario Fernández Amenábar. Al saber del caso, Ratzinger se limitó a comentar: “Lamentablemente no podemos abrir el caso del padre Maciel, porque es una persona muy querida por el Santo Padre, ha ayudado mucho a la Iglesia y lo considero un asunto muy delicado”. 

Desde la congregación a su cargo, Joseph Ratzinger pudo haber hecho mucho en defensa de las víctimas inocentes, pero se inclinó por privilegiar el ocultamiento de clérigos del talante moral de Maciel, situación que impidió la aplicación de la ley y fomentó la impunidad clerical, causante de la grave crisis que actualmente azota a la Iglesia católica.


Twitter: @armayacastro

1 comentario:

  1. pudo haber hecho mucho,pero no hiso nada! pues como hablar en contra de Maciel cuando el mismo ha sido Pedofilo y criminal...

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