martes, 10 de enero de 2017

INICIA EL AÑO CON VIOLACIONES AL ESTADO LAICO

Por Armando Maya Castro
En medio de violaciones al Estado laico, el cardenal Francisco Robles conmemoró con misa el Día del Policía (Foto: Perla Gómez / Milenio)

En México, la laicidad del Estado está contemplada en el artículo 40 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y garantiza, entre otras cosas, la neutralidad del Estado y sus funcionarios en materia religiosa, la separación de la esfera pública respecto a la religiosa, y la igualdad jurídica de todas las confesiones religiosas. 

En ese mismo sentido es la redacción de los artículos 3° y 130 de nuestra Carta Magna; el primero establece el carácter laico de la educación pública, mientras que el segundo establece las bases fundamentales “para comprender lo que hoy en día significa el Estado laico en México”. 
El artículo 3° de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público establece que “el Estado mexicano es laico”, y ordena con absoluta claridad: “El Estado no podrá establecer ningún tipo de preferencia o privilegio en favor de religión alguna. Tampoco a favor o en contra de ninguna iglesia ni agrupación religiosa". 

A pesar de las leyes, y de que México dejó de ser un Estado confesional desde la promulgación de la Constitución de 1857, los funcionarios públicos de nuestro país siguen empecinados en favorecer de diversas maneras a la religión numéricamente mayoritaria. 

Un oficio de la Fiscalía General del Estado de Jalisco (FEG), el cual circula desde hace días en redes sociales, prueba de manera contundente mi aseveración. El documento en cuestión lo firma el comandante José Manuel Onofre Chávez, Encargado de la Comisaría de Seguridad Penitenciaria de la Fiscalía de Reinserción Social del Estado de Jalisco, quien se dirige al "C. Oficial de Reinserción Social de la Comisaría de Sentenciados, Prisión Preventiva, Reinserción Femenil, Reclusorio Metropolitano, Ceinjure Valles Tequila, Ameca, Altos Norte Lagos de Moreno, Altos Sur Tepatitlán, Ciénega Chapala, COCYDEJ, CAIJE, así como [al] Encargado de la Seguridad Exterior", instruyéndoles "para que ordenen al personal bajo su mando [...] que deben presentarse debidamente uniformados en las instalaciones del cuartel de vigilancia exterior en complejo penitenciario de Puente Grande, a las 07:00 horas, de este sábado 07 de enero de 2017, para el pase de lista y organización del operativo para el evento”. 

Hasta aquí, nada que atente contra el carácter laico del Estado. Sin embargo, observe usted el contenido del penúltimo párrafo del citado documento, que a continuación transcribo íntegro: “De igual forma los instruyo para que exhorten a su personal que durante la participación en este operativo y principalmente en la ceremonia litúrgica se conduzcan en todo momento con disciplina y respeto, ya que se trata de un evento organizado por la Fiscalía General del Estado y habrá medios de comunicación, así como diferentes autoridades" (Las negritas son mías). 

Algunos de los custodios y policías, por razones de fe, se opusieron argumentando que la orden de la Fiscalía, con una fuerte carga de discriminación por parte del Gobierno, violentaba sus derechos humanos y quebrantaba, además, el Estado laico. Pese a esta argumentación conforme a la ley, algunos de los mandos fueron tajantes en su respuesta. “haz lo que quieras, pero tienes que presentarte mañana en la misa del policía porque es orden del Fiscal”. 

Concluyo mi columna recordando que, a partir de la separación de la esfera pública de la religiosa, en tiempos del Benemérito de las Américas, Don Benito Juárez García, los servidores públicos tienen la obligación de celebrar únicamente las festividades cívicas; y esto no en lugares consagrados al culto, sino en ambientes públicos o laicos, por respeto a lo que establece la ley. 

Habrá que recordarle a los organizadores del evento del pasado 7 de enero en la catedral de Guadalajara –al que asistieron el alcalde tapatío Enrique Alfaro y Salvador Caro, comisario general de la Policía de esa ciudad, así como el fiscal Eduardo Almaguer– que los elementos de seguridad pública del estado de Jalisco y sus mandos profesan distintas creencias religiosas, o bien ninguna. Por respeto a esa diversidad de creencias, los mandos policíacos deben mantenerse al margen de la organización de este tipo de eventos religiosos. Su deber es brindar seguridad a la ciudadanía en el marco del respeto a los derechos humanos de los policías, así como a las leyes que definen a México como un Estado laico.

Twitter: @armayacastro

Publicado el martes 10 de enero de 2017 en el diario El Mexicano de Tijuana.

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