Por Armando Maya
Castro
A pesar de los
operativos, medidas y esfuerzos de las autoridades de los tres niveles de
gobierno, el secuestro en México ha experimentado un alarmante crecimiento en
los últimos meses: “entre enero y noviembre de 2013 se registraron 1,583
secuestros, el 32% más que en el mismo periodo de 2012, cuando hubo 1,196. Un
dato más: de acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción
sobre Seguridad Pública 2013, realizada por el INEGI, cada cinco minutos ocurre
un secuestro en nuestro país.
A los primeros datos
hay que añadir el número de secuestros que –por temor a las represalias, y por
desconfianza de las familias afectadas en los cuerpos policiacos– no son
denunciados ante las autoridades competentes. Hace apenas unos años, en 2011
para ser exactos, sólo 1 de cada 10 secuestros era denunciado.
Hasta el día de hoy
nadie ha podido detener el alza de este fenómeno, ni siquiera la Ley General
para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro, que contiene
sanciones durísimas para quienes participen en la realización de esta práctica
criminal. Tampoco lo logró la guerra que Felipe Calderón Hinojosa le declaró a
la delincuencia organizada, cuya participación en actividades de secuestro ha
ido en aumento.
Esto
lo sabe perfectamente bien Enrique Peña Nieto, quien se ha propuesto combatir a
fondo el secuestro, conducta ilegal que constituye una violación a los
artículos 1, 3, 5, y 9 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos,
adoptada y proclamada por la Asamblea General de las Naciones unidas el 10 de
diciembre de 1948.
La
Secretaría de Gobernación (Segob), por conducto de su titular, Miguel Ángel
Osorio Chong, acaba de anunciar que ha creado la estrategia nacional contra el
secuestro, cumpliendo así las instrucciones que le fueron dadas por el Jefe del
Ejecutivo Federal durante la 35 sesión del Consejo Nacional de Seguridad,
celebrada el pasado 20 de diciembre.
De
acuerdo con las declaraciones de Osorio Chong, los mexicanos conoceremos la
semana próxima los pormenores de esta estrategia, que incluye, además, la
creación de una unidad para “atender directamente este delito que ha tenido
alta en el país”. Habrá que esperar que Peña Nieto y Osorio Chong afinen los
detalles del anuncio y nos den a conocer el nombre y cargo del responsable de
la estrategia.
Los mexicanos esperamos
resultados positivos de la estrategia nacional contra el secuestro, y que ésta
no resulte estéril como el famoso Programa Nacional para Prevenir, Perseguir y
Sancionar el Secuestro, que recicló la infructuosa Estrategia Nacional e
Integral Contra el Delito de Secuestro, “dada a conocer tras la firma del
Acuerdo Nacional por la Seguridad, la Justicia y la Legalidad, luego de los
secuestros del adolescente Fernando Martí y la joven Silvia Vargas Escalera”.
Se
acordará usted, amable lector, que el Programa Nacional para Prevenir,
Perseguir y Sancionar el Secuestro se centraba en la creación de unidades
especializadas contra el secuestro, una plataforma para el intercambio de
información, campañas de prevención del secuestro, módulos especiales en los
penales federales para recluir a los secuestradores y combatir la corrupción.
La
aprobación de este programa se llevó a cabo el 30 de junio de 2011, en el marco
de la 30 Sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública, donde los
gobernadores de México y diversos funcionarios federales aprobaron el plan
antes mencionado, acordando redoblar el combate al delito del secuestro,
mediante la creación en cada uno de los estados de Unidades Especializadas
Antisecuestros.
Las
cifras actuales en materia de secuestro revelan la insuficiencia de todas estas
acciones. Por ello, la ciudadanía exige que se trabaje más y mejor en las
campañas de prevención de este abominable delito y que se mejore la calidad de los
servicios en materia de procuración e impartición de justicia.
En lo
que respecta a Jalisco y al tema que nos ocupa, es bueno saber que el
secretario de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Jalisco fue rescatado
sano y salvo el pasado domingo, luego de que fuera víctima de secuestro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario