miércoles, 30 de octubre de 2013

PATISHTÁN Y EL INDULTO PRESIDENCIAL

Por Armando Maya Castro

Aunque el indulto presidencial permitirá que Alberto Patishtán recobre su libertad, luego de 13 largos años de encarcelamiento injusto, el maestro tzotzil seguirá siendo considerado culpable, ya que el indulto suprime la pena, pero no el delito. La libertad de Patishtán es buena y digna de celebración, lo malo es que se alcanza mediante el indulto, algo que es injusto cuando se concede a quien es inocente de los delitos que se le imputan


El día de hoy entrarán en vigor las reformas al Código Penal Federal, aprobadas por el Congreso de la Unión en materia de indulto. En el decreto se adiciona el artículo 97 bis al Código Penal Federal para quedar de la siguiente manera: "De manera excepcional, por sí o a petición del Pleno de alguna de las Cámaras del Congreso de la Unión, el Titular del Poder Ejecutivo Federal podrá conceder el indulto, por cualquier delito del orden federal o común en el Distrito Federal, y previo dictamen del órgano ejecutor de la sanción en el que se demuestre que la persona sentenciada no representa un peligro para la tranquilidad y seguridad públicas, expresando sus razones y fundamentos, cuando existan indicios consistentes de violaciones graves a los derechos humanos de la persona sentenciada. El Ejecutivo Federal deberá cerciorarse de que la persona sentenciada haya agotado previamente todos los recursos legales nacionales".

Tras la publicación de esta modificación en el Diario Oficial de la Federación, el presidente Enrique Peña Nieto podrá indultar al maestro Alberto Patishtán Gómez, acusado de participar en una emboscada que tuvo lugar el 12 de junio del año 2000, en la que fueron asesinados siete policías y dos personas más resultaron heridas. Esta decisión fue anunciada el pasado martes por el Jefe del Ejecutivo Federal, y ha sido aplaudida por diversos grupos de la sociedad. 

¿Existen pruebas de la inocencia de Patishtán? Por supuesto que las hay –y también  testigos–, pero a lo largo de estos 13 años han sido minimizadas o de plano ignoradas por nuestro sistema de justicia. Una de ellas es muy clara: cuando se cometieron los asesinatos antes mencionados, Patishtán Gómez participaba en una reunión con maestros de la zona escolar de Huitiupán.

Amnistía Internacional (AI), quien ha abogado y documentado el caso del maestro originario del municipio de El Bosque en Chiapas, considera que el proceso judicial y la sentencia en contra de éste han sido injustos. Un estudio realizado por esta organización defensora de los derechos humanos indica que el activista tzotzil no participó en los hechos por los que fue sentenciado a 60 años de prisión.  

Convencida de la inocencia del indígena tzotzil, Amnistía Internacional pidió a las autoridades federales “poner fin a 13 años de encarcelamiento injusto”, al tiempo de denunciar la violación de los derechos de Patishtán por el hecho de ser "indígena y (contar) con pocos recursos económicos". En su afán por lograr la liberación de éste, Amnistía Internacional reunió 16 mil firmas de personas que pedían justicia para el profesor cuyo proceso judicial ha estado plagado de irregularidades y basado en pruebas falsas. 

El gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, quien en julio pasado visitó a Patishtán en su celda, respaldó el anuncio de indulto presidencial a favor de éste. El mandatario chiapaneco declaró que la decisión de Peña Nieto "está abonando a la reconciliación luego de muchos años de injusticia; ahora debemos trabajar para que nunca más se vuelva a repetir un caso como éste en nuestro país". No está por demás recordar que Velasco Coello proclamó en diversas ocasiones la inocencia de Patishtán. Incluso, llegó a calificar de “injusto” el falló del Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Circuito, quien en septiembre pasado confirmó la sentencia contra el maestro chiapaneco. 

Lo bueno del indulto presidencial es que  Alberto Patishtán recobrará finalmente su libertad, luego de 13 largos años de encarcelamiento injusto. A lo largo de ese tiempo, y mientras que los verdaderos responsables por los asesinatos permanecen en la impunidad, el maestro Patishtán tuvo que enfrentar el proceso “sin que se permitieran amparos y recursos de reconocimiento de inocencia y que lo llevaron a una sentencia de 60 años por lesiones, homicidio calificado, robo y portación de armas exclusivas del ejército”, señaló Amnistía Internacional. Lo malo es que Patishtán alcanzará su libertad a través del indulto que le concederá Peña Nieto, lo que no equivale a un recurso de reconocimiento de inocencia. No hay que olvidar que el indulto suprime la pena, pero no el delito. En otras palabras, el indultado sigue siendo considerado culpable, algo que es injusto en el caso del Alberto Patishtán, quien es inocente de los delitos que se le imputan.

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