jueves, 17 de octubre de 2013

ACCIONES CONTRA EL ANALFABETISMO

Por Armando Maya Castro
Foto de azteca noticias
El Gobierno del Distrito Federal y la UNAM firmaron un importante acuerdo para fomentar la educación
Entre tantas malas noticias, por fin una buena. Me refiero a la firma de un acuerdo general por la educación entre el Gobierno del Distrito Federal y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), cuyo principal objetivo es lograr una reducción de 50 por ciento en la tasa de analfabetismo que existe en la Ciudad de México.

Actualmente, el número de analfabetas en la capital de la República mexicana asciende a 140 mil personas. Si las metas del citado convenio se logran, como creemos que ocurrirá por la participación de la Máxima Casa de Estudios, alrededor de 70 mil defeños dejarán de ser analfabetos, lo que les permitirá acceder a mejores oportunidades y a un mayor bienestar económico.

Hace un año, datos proporcionados por el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA) colocaban al Distrito Federal como una de las diez entidades libres de analfabetismo, junto con los estados de Nuevo León, Coahuila, Baja California, Sonora, Baja California Sur, Aguascalientes, Tamaulipas, Chihuahua y Durango.

Hay estados que deberían imitar el ejemplo del Distrito Federal y de las demás entidades que han logrado reducir de manera importante el analfabetismo. Uno de ellos es Veracruz, que en mayo del presente año llegó a ocupar el primer lugar a nivel nacional en analfabetismo con 619 mil personas. Esta información fue proporcionada por Abraham Rivera Flores, subdirector de Planeación, Programación y Presupuesto del Instituto Veracruzano de Educación para los Adultos (IVEA), quien atribuyó dicho rezago educativo a que "Veracruz es un estado diversificado por el aspecto geográfico, las distancias y las comunidades tan caóticas". Añadió que se ha avanzado y se ha logrado disminuir el analfabetismo anualmente, "pero no en los porcentajes que se requieren".

El problema en Veracruz y en muchos otros estados de la República mexicana no se circunscribe al problema del analfabetismo; abarca todo nuestro sistema educativo, plagado de deficiencias y limitaciones que privan a los niños y adolescentes de las experiencias educativas que propician el pleno desarrollo de los estudiantes como seres humanos y como ciudadanos. La educación es uno de los más grandes desafíos del Estado, quien tiene la obligación de emprender acciones que posibiliten el acceso a la educación a la totalidad de los mexicanos.

México, con casi 6 millones de analfabetas, necesita mejores políticas educativas, que formen parte de un plan global de desarrollo más equitativo. Estas políticas deben estar orientadas a poner fin a rezagos como la pobreza y el desempleo, así como la falta de salud y vivienda, Estos y otros factores han obligado a muchos padres de familia a sacar a sus hijos de las escuelas para que contribuyan a paliar con su trabajo las necesidades del hogar.

La anterior no es una situación privativa de las zonas rurales del país. Es un problema que se manifiesta también en las grandes ciudades, principalmente entre los miembros de las familias que la pobreza obligó a emigrar a las grandes metrópolis. La estrechez de estas familias ha orillado a los padres de las mismas a integrar a sus pequeños al trabajo familiar, privándolos de la oportunidad de asistir a la escuela y de recibir en la misma la educación que proporciona mejores oportunidades para ingresar al mercado laboral y acceder a mejores niveles de bienestar personal y familiar.


El Estado mexicano debe de hacer mucho más si quiere abatir los índices de analfabetismo a nivel nacional. Ojalá que otros estados de la República mexicana imiten el ejemplo del Distrito Federal, y que otras universidades del país imiten el ejemplo de la UNAM, institución que demuestra una vez más su compromiso con el avance y el desarrollo de México.

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